Blog, PADRINOS
Tiendas que trabajan sin niños
Namasté a todos y a todas,
Como siempre, espero que os encontréis muy bien. Este mes me gustaría compartir con vosotros una información que me ha llegado a través de mi amiga Natalia Mayroth.
Natalia es periodista, viaja mucho y ahora mismo se encuentra en Bombay. Me comentó que un día iba por la calle y le llamó la atención unas pegatinas azules con una carita sonriente en la entrada de algunas tiendas. Las pegatinas decían: CHILD LABOUR FREE SHOP, que significa, TIENDAS QUE TRABAJAN SIN NIÑOS. Me parece increíble que existan pegatinas con un mensaje así ¡debería ser un hecho, un derecho, que no se explote a los niños por un beneficio económico! pero por desgracia no ocurre así.
La India es uno de los países más grandes del mundo y tiene una población de alrededor de 1.400 millones de habitantes. La ley dice en el papel que los niños tiene derecho a una educación gratuita hasta los 14 años y sin embargo, como revela UNICEF, la realidad es bien distinta porque aproximadamente 56 millones de niños no han pisado un colegio jamás.
Volviendo a la ley, también dice de forma explícita que el trabajo infantil está prohibido. Pero de nuevo UNICEF lo desmiente con la escalofriante estimación de aproximadamente 10 millones de niños que trabajan para sobrevivir. De hecho, la India es uno de los países con más menores trabajando del mundo. Es cierto que la pandemia ha hecho descender un poco esta cifra, pero en el momento que termine, es previsible que los números de niños trabajando vuelvan a dispararse. Esto es porque los empresarios se ahorran dinero al contratarlos, y también porque la voz de los niños a la hora de reivindicar sus derechos, dada la corta edad e inexperiencia, es mucho más débil. Difícilmente los menores son capaces de organizarse en una huelga reivindicando un sueldo justo y condiciones laborales humanas: son el comodín perfecto para la explotación laboral.
He visto con mis propios ojos a niños muy pequeños trabajando en talleres clandestinos y oscuros, sin ventanas y sin apenas poder respirar. Los tenían allí trabajando horas y horas. Al mediodía se les echaba un plato de arroz, un vaso de agua (no se puede decir de otra forma)… y venga, a seguir trabajando hasta que el niño se caía de sueño y era despertado tras dormir unas pocas horas para continuar. También conozco a familias ricas que tienen a chicas muy jóvenes trabajando en su casa: cocinan, limpian, planchan, etc, a cambio de un colchón, algo de comida y de un sueldo de 2 euros al mes. Sí, no lo has entendido mal ¡2 euros al mes! y todas estas cosas son habituales en la India. A mí me costó mucho asimilarlas como normales y me siento impotente porque me doy cuenta que no puedo hacer mucho. Son dinámicas muy consolidadas e incluso cuentan con potentes mafias detrás. Lo único que sí podemos hacer y hacemos es formar muy bien a los niños de Childsrights. Les damos la mayor información y la mejor educación para que sean ellos, como una gotita de agua que quizá un día haga río, quienes en el futuro contribuyan al cambio ¡y defiendan los derechos de todos los niños!
Muchas gracias por acompañarnos siempre y estar a nuestro lado, saludos,
Christiane
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