Las abuelicas

Ese día las abuelicas estaban sentadas en el suelo y en cierto modo me hizo gracia su aspecto, así que amablemente les pedí permiso para hacerles una foto. Me dijeron que sí a cambio de una moneda, a la vez me explicaron que no estaban dispuestas a sonreír ni un poquito ¡porque su vida no daba para tanto!

En la India, cuando te haces viejecito es la familia quien suele encargarse de las necesidades de uno. Pero si se da el caso de que no tienes familia, entonces estás perdido. El gobierno no se ocupa prácticamente nada de todas esas personas ancianas y con suerte les entrega una pensión de unos 4 euros al mes.

Estas dos abuelitas no tenían una familia detrás de modo que intentaban de sobrevivir con limosnas.

Haciéndoles la foto pensé en el contraste con occidente: «¡Madre mía!: ni cremas antiarrugas, ni cirugía plástica, ni la oftalmología y ópticas modernas, ni el dentista que les saque una muela podrida y de paso sus ahorros de los últimos años, han rozado siquiera a esta aldea. Pero aunque hubiesen pasado por aquí, ¡cómo iban a pararse a soñar con semejantes cosas si apenas tienen qué comer!»

Algunas organizaciones se ocupan lo que pueden de los mayores sin recursos, aunque no llegan a todas las partes del planeta. Es muy bueno saber que existen y su trabajo ¡tenemos que valorarlo mucho!

Os mando un abrazo, ¡¡hasta pronto!!

Nane