GANGA
El nombre de Ganga guarda relación con el río Ganges, río sagrado conocido entre los indios por sus aguas purificadoras. En Ganga las niñas se purifican de su pasado, abriéndose a una nueva vida de amor y oportunidades acorde a la que debería llevar cualquier ser humano.
Ganga fue el primer hogar puesto en marcha por Christiane Gey en febrero de 2008. Con ayuda de la ONG local I-India, recogió Christiane doce niñas de entre los cientos de niños abandonados en las calles de Jaipur.
En un principio las niñas entraron en la casa con recelo, pero hizo falta poco tiempo para que recuperaran la sonrisa sintiendose afortunadas de la oportunidad que la vida les ponía por delante. Hasta entonces habían dormido en la calle, algunas sufrido malos tratos, no habían recibido una educación en la escuela y muchos días se acostaban con el estómago vacío. Desde su llegada, Chilsdrights se hizo cargo de ellas y de cubrir sus necesidades infantiles. Actualmente viven 18 niñas en la casa de Ganga y hemos matriculado a las primeras estudiantes en la facultad, estamos muy orgullosos de ellas y Childsrights les acompañará hasta haber terminado su carrera.
El hogar
Ganga es una casa alquilada con dos dormitorios, una cocina, dos baños y dos amplias terrazas: una en la azotea y otra resguardada de la lluvia y el sol. Las estáncias son sencillas y los dormitorios cuentan con unos armarios-casilleros donde las niñas guardan sus escasas pertenencias.
Todos los días a las niñas les recoge un autobús que les lleva al colegio. Aunque no habían asistido a la escuela en toda su vida, dos años más tarde, no sólo habían alcanzado el nivel académico que les correspondió, sino que destacaban en inteligencia y aplicación.
Las niñas de Ganga son muy alegres y entre sus paredes se respira cariño, sencillez y agradecimiento.
La cocina con los utensilios limpios y preparados para cocinar.
Un dormitorio. Pocos meses a la apertura, por fin pudimos comprar unos somieres para levantar los colchones del suelo.
La terraza cubierta resulta un desahogo durante las interminables lluvias de los monzones.
En 2015, el dueño de la casa de Ganga decidió venderla. Entonces I-India ofreció a Childsrights la posibilidad albergar a las niñas en uno de sus orfanatos. Childsrights agradeció esta oferta y tras hacer partícipe de la elección a las niñas aceptó. Se construyó una nueva planta en la terraza del orfanato de I-India y a finales 2015 las niñas de Ganga se trasladaron a vivir allí. Ahora, siempre gracias al respaldo económico de sus padrinos, las niñas prosiguen su vida al amparo de Childsrights disfrutando de mejores instalaciones.